Los trastornos de la sangre pueden heredarse, lo que significa que usted nace con el trastorno; o pueden adquirirse, lo que significa que el trastorno se desarrolla con el tiempo.
Tanto los trastornos de la sangre adquiridos como los hereditarios pueden hacer que las células sanguíneas funcionen de manera anormal, lo que puede afectar negativamente a una amplia variedad de funciones corporales. Nos esforzamos por encontrar opciones de tratamiento eficaces para las millones de personas con trastornos hematológicos.